Zapato fisiológico: ¿es una buena idea?
Un zapato no puede ser fisiológico
Seamos claros: la expresión "zapato fisiológico" no significa nada.
La definición de la palabra "fisiológico" es la siguiente: que se refiere al funcionamiento de un organismo vivo, un órgano, un órgano particular o un sistema de tejidos. Hablamos por tanto de estado, de actividad o incluso de mecanismo fisiológico pero este adjetivo no puede utilizarse para calificar un objeto.
Tomemos el ejemplo de una acción sencilla: respirar. Lo contrario de fisiológico es patológico. La respiración es fisiológica en el sentido normal. No respirar es anormal y por tanto patológico. Por tanto no podemos decir que un zapato sea fisiológico, ¡eso no tendría sentido!
No es justo utilizar la expresión "zapato fisiológico" para referirse a un zapato barefoot. Sería como decir " un zapato saludable" en lugar de decir "un zapato que respete la salud de los pies de los niños".
El problema es que, debido al uso excesivo, esta mala expresión ahora se asocia con muchas búsquedas sobre zapatos respetuosos. Se mete en la cabeza de la gente cuando ni siquiera debería existir.
¿Un zapato respetuoso?
En lugar de fisiológico, podemos simplemente mantener la palabra original: flexible. Ya es mejor y es la palabra más simple, aunque no define todas las características actuales de un zapato que respeta los pies de los niños.
En el momento de la creación de Petits Pas de Géant, ¡el mercado del calzado respetuoso aún no existía en España! Así que tuvimos que elegir un término para nombrar lo que vendíamos, y optamos por lo más simple, partiendo del término inglés 'flexible shoes', que traducimos como 'zapatos flexible'.
Han pasado los años y nuevas marcas que se han interesado en el mercado han retomado este término, hasta el punto de convertirlo en el término genérico.
Sin embargo, han surgido otros criterios y hoy en día, un buen zapato ya no debe ser sólo flexible.
Segundo problema: flexible no significa lo mismo para todos. Para algunos, es flexible si se dobla un poco a lo largo (o incluso no del todo). Para otros, en particular para nosotros, ¡es mucho más que eso!
Es más que una simple cuestión de flexibilidad. Se deben cumplir varios criterios para que un zapato se considere respetuoso con los pies de los niños.
¿Un zapato respetuoso?
En Francia, nos perdemos un poco entre todos estos términos y mucha gente se equivoca al usar palabras incorrectas. No es el caso en otros países como España, por ejemplo, donde desde hace varios años se utiliza la expresión 'zapato respetuoso'.
¿Porque no? La palabra respetuoso está más cerca de la realidad que la palabra flexible y describe bien lo que debe ser un zapato, en todos sus aspectos: su forma, su flexibilidad, su ligereza, la finura de su suela...
Un zapato debe ser respetuoso con la fisiología del pie de los niños (¡voilà, hemos dado en el clavo!)
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Esperamos haberte ayudado a comprender mejor este concepto con nuestras explicaciones.
Conclusión: ¡la definición “zapatos fisiológicos” no tiene sentidio!