¿Cómo medir los pies del bebé?
¿Por qué medir los pies del bebé?
Ninguna marca de calzado infantil tiene el mismo tallaje. Una misma talla puede tener medidas diferentes de una marca a otra. Por lo tanto, un niño no tiene una sola talla para todas las marcas. Puede usar un 20 en Kickers, un 21 en Naturino, un 22 en Camper...
Importante: medir los pies de tu peque en una tienda con una regleta de plástico o basarse en la talla de otra marca es totalmente inútil. ¡Es la mejor manera de equivocarse de talla y terminar con zapatos demasiado grandes o pequeños!
Para conocer la talla real de tu peque, es necesario medir sus pies. Comparando estas medidas con las del par que buscas, podrás encontrar la talla que le conviene para cada modelo.
Toda la información sobre las tablas de medidas de los modelos y la elección de la talla están aquí:
¿Cómo medir correctamente los pies de los bebés?
El bebé debe ir descalzo. Para sacar las medidas coge lápiz, regla y hoja (opcional).
¡Con ayuda de dos adultos será más fácil!
Si el bebé se puede sostener de pie:
Debe estar de pie para que sus pies queden extendidos. Puedes colocar sus pies sobre una hoja o directamente en el suelo (a algunos niños no les gusta poner el pie sobre el folio).
Para medir el largo del pie:
1. Dibuja una línea delante de su dedo más largo, con el lápiz perpendicular a la hoja.
2. Dibuja una línea detrás de su talón. El lápiz debe quedar contra el pequeño bultito del talón , siempre perpendicular a la hoja.
Para medir el ancho del pie:
1. Dibuja una línea en el lado del pie, contra el pequeño bulto en la base del dedo meñique.
2. Dibuja una línea en el otro lado del pie, contra el bultito en la base del dedo gordo.
¿Cómo localizar los bultitos?
Doblando el pie podrás localizarlos. Sirven como punto de referencia para el ancho.
Último paso:
Une los puntos de longitud y de anchura, formando una cruz algo inclinada.
Luego, haz lo mismo con el otro pie. Es normal que los dos pies no tengan exactamente las mismas medidas, ya que no son completamente idénticos.
Cuidado: Si la diferencia es superior a 0,4 cm, es probable que haya algún error. Quizás los pies se hayan movido o el lápiz no estaba bien perpendicular. En ese caso, es mejor repetir la medición.
Si el bebé aún no puede sostenerse de pie:
Aún es pronto para comprarle zapatos, pero puede que necesite zapatitos. Aunque es demasiado pequeño para poner sus pies sobre una hoja, existe otro método para medirlos:
1. Cuando esté acostado (puedes hacerlo durante la hora de la siesta), coloca una regla o cinta bajo sus pies.
2. Mide la palma del pie, desde la longitud del talón hasta el dedo más largo. ¡Asegúrate de que su dedo no esté doblado!
3. Mide, de nuevo en la palma del pie, el ancho desde la base del dedo gordo hasta la base del dedo meñique.
Este método no es tan exacto como el anterior, pero aun así te permitirá obtener resultados suficientes para elegir los zapatitos respetuosos adecuados.
¿No consigues hacerlo?
Al principio, los niños no suelen ser muy cooperativos. Sabemos que puede ser complicado, así que aquí tienes algunos consejos para ayudarte a que todo salga mejor:
Coloca a tu hijo frente a la mesita del sofá y mantenlo ocupado con algo interesante (pegatinas, plastilina, algo con una cremallera o su juguete favorito).
Un adulto juega con él y sostiene dos dedos planos sobre el pie mientras que el otro adulto dibuja 4 pequeñas líneas. No es necesario hacer el contorno del pie, no nos sirve y le hará cosquillas.
Si la hoja le molesta, quítala y dibuja directamente sobre el suelo.
No pasa nada si tienes que repetir el proceso varias veces; es mejor asegurarse de que las medidas son correctas.
Importante: ¡no redondees las medidas! 12,4cm no son 12,5cm. Al redondear hacia arriba, corres el riesgo de equivocarte al elegir la talla.
Si has realizado correctamente todos los pasos ahora deberías tener las medidas exactas con las que podrás elegir su nuevo par de calzado respetuoso.
Todo lo que tiene que hacer es meter estas medidas en nuestra herramienta "Ayúdame a elegir" con el resto de la información sobre los pies de su hijo y ¡voilà!
