Cómo acertar con la talla de calzado de tu hijo
¡No existe una talla estándar!
Recordatorio: un niño no tiene una única talla. Puede llevar una talla 22 en Kickers, una 23 en Naturino, una 24 con las sandalias Froddo... y todos se adaptarán a su pie.
Error muy común:
Medir los pies de tu hijo en la tienda con una regleta de plástico, decir que lleva un 21 y pensar que esa es su única talla para todos los modelos y marcas.
Esto puede causar problemas: el zapato puede quedarle o muy grande o muy pequeño, ya que cada modelo tiene formas y construcciones diferentes. A menudo escuchamos preguntas como "¿Cómo talla este modelo?" o "¿Talla grande o pequeño?".
La respuesta es la misma para todos: talla como talla, ¡a su manera!
Por eso, es esencial medir los pies de tu hijo con una regla y un lápiz, no con una regleta. Te explicamos todo aquí:
Un zapato adecuado no es sólo una cuestión de talla y longitud. Una vez que hayas definido qué talla es la adecuada para los pies de tu hijo para un modelo, también debes comprobar que el zapato se adapta a su morfología. Encontrarás más explicaciones sobre esto en este artículo:
¿Cuánto espacio dejamos para el pie?
Para determinar qué talla de zapato se ajusta mejor a un pie, es crucial evaluar el espacio realmente disponible en su interior, el que ocupará el pie cuando esté bien apoyado.
Esta información es diferente de la simple medida de la longitud de la plantilla del zapato. Dependiendo de los modelos, puede haber más o menos espacio para el pie que el que se ve en la plantilla, plana.
Por ejemplo:
-En un zapato con suela de goma que sube por delante para proteger la zona de los dedos, el espacio disponible para el pie suele ser un poco mayor que la longitud de la plantilla.
-En una sandalia de puntera cerrada, el espacio disponible suele ser menor que la longitud de la plantilla, ya que los dedos no pueden llegar hasta el final.
En Petits Pas de Géant medimos cada uno de los modelos que vendemos para determinar con exactitud el espacio realmente disponible para los pies. Es esta medida la que utilizamos para aconsejarte sobre la talla más adecuada para tu hijo. Hacemos esto usando nuestra herramienta profesional, plus12. Te lo explicamos todo en este artículo:
¿Por qué no medir el ancho?
Porque un zapato no es un cubo rígido. Medir el ancho de la plantilla del zapato y suponer que eso refleja el espacio disponible para el pie no sería correcto.
Un zapato no tiene lados rectos, se adapta y estira más o menos según el pie que lo lleva.
Por supuesto, esto tiene sus límites y un zapato no puede estirarse indefinidamente. Algunos modelos se adaptan a un pie ancho pero con el empeine plano, mientras que otros se ajustan a un pie ancho con el empeine más abombado, entre otros.
Evaluar la forma general del pie de tu hijo y compararla con las características de un zapato es mucho más interesante que confiar en el ancho de la suela para elegir un modelo.
Nos conocemos nuestros modelos al dedillo, por lo que nos resulta fácil clasificarlos según los tipos de pies a los que se adaptan.
Nuestra herramienta "Ayúdame a elegir" mezcla las características de los pies de tus peques y las de los modelos, para ayudarte a encontrar zapatos adaptados a su morfología y en la talla adecuada.
¡Parece magia, pero no, es experiencia!
¡Casi magia, es experiencia!